Hasta para las personas mejor (in)formadas, definir la cultura de la empresa sigue suponiendo un reto. Así que vayamos a lo sencillo: La cultura de la empresa corresponde a los elementos que conforman su identidad. El espíritu, los valores, el funcionamiento, los mitos, ritos, símbolos, etc.. En definitiva, todo lo que la hace única.
Se trata de la guía de funcionamiento de la empresa y de las relaciones que se crean en su seno. Y proviene necesariamente de los líderes y de su visión. Por ello, la cultura de la empresa debe:
Si tu cultura de empresa aún no cumple con alguno de estos 4 puntos, ¡aún estás a tiempo de desarrollarla!
¡La cultura de la empresa es su personalidad!
Varias razones hacen que reflexionar, aterrizar y compartir la cultura de empresa sea un condicionante al éxito:
Una cultura sólida se construye con el tiempo y se basa en la historia (incluso reciente) de la empresa. Cada negocio tiene un trasfondo o una idea única. La idea es basarse en hablar de hechos y/o personas que han marcado la historia de la empresa y desarrollar esta idea de leyenda sobre la base de hechos reales.
¿Hacia dónde quieres llevar la empresa? ¿Cuáles son los pasos para lograrlo? La visión y la misión deben responder a objetivos claros y ser lo más claras posibles. También es importante que sean comunicadas y compartidas a todos. Puede cambiar, pero siempre debe ser coherente con la vocación general de la empresa. Al transmitir esta visión, se fomenta que todos trabajen juntos hacia un objetivo claramente identificado.
La visión de la empresa tiene como base sus valores. Donde la visión da sentido al trabajo realizado, los valores inculcan la “manera correcta” de hacerlo. Representan en cierto modo una guía de buen comportamiento. Aquí lo importante no es ser original o único a la hora de definirlos, sino ser sincero al establecer los valores.
Estáte atenta a nuestras publicaciones, en el próximo post te explicaremos en detalle a qué corresponde exactamente eso de la visión, misión y valores, y cómo definirlos. Puedes ir viendo unas pistas clave que dimos en una charla en línea en relación al Propósito.
Los ritos son la expresión directa de los valores que transmite la empresa, los hacen tangibles. Entre otros permiten:
unir a las personas en torno a los valores mostrados por la empresa, mostrar simbólicamente su pertenencia a la empresa. Pueden ser múltiples: la vestimenta, el vocabulario utilizado internamente, el proceso de onboarding, el desarrollo profesional, las reuniones anuales, etc..
Solo hay una forma de tener una cultura de empresa fuerte y compartida: ¡hacerla existir en los procesos y prácticas de la empresa! Los colaboradores necesitan experimentarla todos los días en el trabajo.
A partir de ahí, te recomendamos:
Existen unas cuantas herramientas colaborativas para ayudarte en el camino, desde unas tan sencillas como los 6 sombreros de Bono o “continuamos, probamos, dejamos”, pasando por grupos de codesarrollo profesional o Dinámicas Tao. ¡Elije las que más te sean útiles según vuestro contexto!
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